7 jul 2019

LAS TRES GRACIAS EN LAS CIMAS DE CIORAN

'Toda gracia es un vuelo, una voluptuosidad de la elevación' nos dirá Cioran. Y es que las tres figuras femeninas procedentes del famoso mito griego, Las tres Gracias, se las ha representado desde sus orígenes en una danza situada en un entorno edénico entre el hechizo y la belleza de la primavera paisajística, en una especie de trance hipnótico que fusiona lo ritualístico con lo placentero. Lo más curioso es que el escritor existencialista considerado a si mismo como no-filósofo, dedique en su obra una parte al concepto de la Gracia como la salvación del ser humano dentro de lo terrorífico de la vida.

El término 'Gracia' alude en sus orígenes a las Cárites, que posteriormente la cristiandad adoptó para su glorificada Gracia Divina donde, según Santo Tomás, la Gracia es el don que posee el hombre para auto auxiliarse e inducirlo a crear buenas acciones en vida a través de Dios, un término que ha sido utilizado a lo largo de la historia por la religión para dar nombre a un estado glorioso del ser, donde el cristianismo ha hecho del término su propia apología.

Aglaya, Eufrósine y Talia, además de representar la gracia divina, también fueron la representación del canon de la belleza ideal de la época, que dejó una herencia en toda la historia del arte. Fue Rafael Sanzio uno de los primeros artistas en representar las tres figuras envueltas en una castidad sintética, desprovistas de lo que hoy en día podemos entender como 'gracia', con posiciones modelicamente perfectas imitan las esculturas griegas en la rigurosidad de sus formas y en sus expresiones que se alejan, en su evasión, de la mirada del espectador.

Será Rubens quien rompa con la imagen estática, recreando a las Diosas de la belleza a través de sus exhuberantes contornos que dejan a la luz un desnudo prominente, que roza lo sensual y encarna la imagen de belleza que se alababa en el Barroco, envueltas en una danza frenética donde la gestualidad y la posición han pasado a un segundo término. La evolución se fija en que la obra de Rubens parece más bien la captación de un instante, mientras que Rafael parece pintar unas modelos posando.

En Rubens se representa perfectamente lo que Cioran entiende por Gracia, opuesta a la desesperación: 

¿Acaso la danza no es la expresión más viva de la gracia? El sentimiento de la vida que da la gracia convierte a ésta en una tensión inmaterial, en un flujo de vitalidad pura que no sobrepasa nunca la armonía inmanente a todo ritmo delicado. La gracia actúa siempre como una fantasía de la vida, como un juego gratuito, como una expansión que halla sus límites en el interior de sí misma. De ahí que produzca la ilusión agradable de la libertad, del abandono directo y espontáneo, de un sueño inmaculado desbordante de claridad'

La belleza, el júbilo y la abundancia también serán representadas en escultura por Cánova, al estilo más Neoclasicista, el conjunto escultórico expresa una alta sensibilidad en las formas, las figuras interaccionan entre sí para demostrar una sutil sensualidad que conmueve el término que las caracteriza. El escultor representa con esta obra uno de sus mayores exponentes en lo que se refiere a las texturas cárneas y la elegancia de las formas, una sensibilidad que Cioran volverá a tratar en su obra 'En las cimas de la desesperación', donde alude la Gracia como la representación 
de una victoria sobre la presión de las fuerzas de atracción subterráneas, una evasión de las garras bestiales, de las propensiones demoniacas de la vida y de sus tendencias negativas. La superación de la negatividad es uno de los aspectos esenciales del sentimiento 'gracioso' de la existencia.'
Y es que el término en sí, relacionado con la religión, no deja de ser un estado de elevación ante la vida, sea a través del éxtasis dogmático o de la propia consciencia del existir sin Dios, una virtud que solo algunos hombres pueden alcanzar en su devenir existencial, lo que no supone una ignorancia ante lo aterrador del ser, sino más bien una iluminación en el camino de las pretensiones diabolicas.   

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